Ahora.

Ahora, cuando mis ganas no ceden a tomar un papel y escribir lo que siento
cuando resuenan oxidadas las cadenas de mi castillo y la puerta cae
aquellos problemas que no se pueden ocultan afloran
es cuando mi cabeza no piensa en otra cosa más que la soledad que anhelo
pero que, sin embargo, no poseo.
Ruidos quiero también, aquellos que bloqueen mis oídos para no oírme tan sólo yo
quiero gritar que el dolor no hiere, sino es mi propia desgracia la que me estoca
como algo indoloro (...) puedo declarar que dejé de sentir (...)
que mi vida es sustancialmente aburrida, sin estímulos que produzcan aquellos sentimientos.
Hoy no puedo llorar, por aquello, sangro, sangro porque aquel que no siente, no tiene otra opción
sangran mis ojos, porque lágrimas no existen, mis brazos sangran, porque no hay nada
que desee tomar con tal fuerza que la vida vuelva hacia mí.
Sangran mis pies, porque el caminar ya no es necesario para saber que mi camino es tan sólo un
asqueroso callejón, sin salida-
Palabras sin sentido sólo escribo en este instante, porque mi mente ya no piensa
actúa, vomita, desangra y desborda mis pensamientos.
Perdón, no deseo continuar, porque ya no vale la pena.